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Testimonio de Vida |
-Este testimonio va sólo con nombre por expreso pedido de quien me lo envía (*)
Hola soy Natalia. A los 25 años tuve una hija con un malformación cardíaca, vivió 45 días y falleció porque ni la clínica, ni la obra social, le dieron prioridad a la
operación. Inicie juicio, nunca supe por qué ni a qué hora murió mi hija.
.
El vacío que quedó me hace sentir culpable quería
morir por no poder defenderla. (1)
Empecé a tener mucho miedo a la muerte.
No a la mía
sino a la de mis seres queridos Pasaba días reflexionando en qué me había
equivocado, me echaba la culpa. Después de muchos años de rezarle a la Virgen,
le pedí por favor que me ayude a
perdonarme, por no poder defender a mi hija, yo sabia que no había hecho nada malo, pero mi
deber era cuidarla y protegerla, me comía la culpa de su muerte , aunque
sabia que los médicos me mintieron que iba estar todo bien, yo soy mi mayor
verdugo.
No lo superé. Aprendí a convivir con el dolor, es
como una mochila con piedras. A veces pesa más, otras no tanto. Para entonces
también mi hermana había muerto por mala praxis y mi padrino.
Pasaron años... tuve
otro bebe, No lo quería querer por miedo a perderlo, porque cuando murió mi
hija dije: -qué hago con todo este amor que tenia para ella?- Fue difícil.
Unos años mas
tarde, florezco, pude perdonarme,
darme cuenta que no pude hacer nada porque no sabia, no porque no quería. Pero la relación
ante la perdida no quedó del todo bien.
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Me entero que
tiene otra pareja (2)
Se quería separar,
yo no sabia como darle de comer a mis hijos, ya que trabajaba pero no me alcanzaba
y el iba y venía. Se iba quince días, volvía llorando, y después lo mismo.
Empezaron a molestar mis hijos, que son también de él, pero yo me apropio
para defenderlos.
Me trata mal y los trata mal. Su pareja lo llamaba a cada
rato, me entero que cuando yo iba a trabajar él se quedaba con ella y su hija.
Después de esa situación
pretendí defender lo indefendible: un matrimonio que no existía.
Él no quería
perder nada, es más, quería dos familias.
Me empezó a decir que yo era parte
de su pasado, se iba… cuando no tenia plata se quedaba.
Me enfrenté por teléfono
con su amante; él se ofendió. Me dijo: -por tu culpa no me va hablar más- y se
enojó. No salía de casa
para decir que no estaba con nadie, como un nene caprichoso, todo le
molestaba, y decía: -ves? hago lo que querés- hasta que lo echaba.
Mi cerebro empezó
a hacer innumerables cuentas para ver como podía sobrevivir sola (me era
imposible). Intenté irme una
vez y amenazó con un arma con suicidarse.
Lo que detonó en
mí fue un miedo terrible (3)
No conocía a
esa persona que estaba frente mío. Yo le tengo
terror a las armas.
Iba desmejorando,
mi cabeza no paraba de pensar , mi familia muy preocupada, mi papá angustiado.
Vuelvo a la casa
de mis padres . Ellos decían vas a salir adelante, pero yo no escuchaba. Sentía que tenia que
volver al lugar donde viví (otra vez la culpa) Me decía –algo hice malo- Solo
quería buscar una solución a lo que estaba roto. El me decía que
se iba a matar y que iba a ser mi culpa, lo que me generaba miedo. No quedé bien
parada con la muerte: cuando murió mi hija con 9 meses de embarazo, verla,
tocarla, ¿para qué me la dieron si me la iban a sacar?
Volví al lugar
donde fue mi casa (2). Siguieron los llamados, las
salidas, los malos tratos. Entonces le pido por favor a mi hermana que me
saque de ahí (no podía dormir pensando pavadas. Estuve una semana sin dormir y
con temblores)
Un día se enojó
no se por qué empezó a gritarle a los chicos, a golpear con el puño la
puerta.
Me vino un dolor de cabeza y me sonó en la cabeza un tic como si se
rompiera una cuerda de guitarra. Palpitaciones, no podía dormir, sudaba, no concebía
el sueño y deambulaba de noche. Era miedo al miedo mismo. A lo incierto. (3)
Hago denuncias (ni
pelota) Voy a la comisaría de la mujer. Me sacan
cagando , por no estar apuñalada, no contemplan la violencia psicológica. -Si se
quiere matar que se mate…- Yo no estaba bien, ver con un arma al padre de tus
hijos… No sabia con quien conviví 14
años. No me atendieron, me echaron, estaba desorientada (3) Para mí eso era una
película, eso que les pasa a los otros, como cuando murió mi hija.
Le pedí a mi hermana que me viniera a buscar porque yo ya no tenia ganas de vivir. (3)
No podía ocuparme
de los chicos. Me llevó a mi
casa con mis papas y me escapé un día con mis hijos.
Me llamaba con que
volviera que se iba a matar. No se, pero me aterraba la palabra muerte.
Y volví. (2) Con el vivían los
malos tratos, levanté mis cosas y mis hijos y me estaba yendo tomó un montón
de pastillas. Decía que si me iba se mataba, abrazaba a
mis hijos y les pedía que no lo dejen. Tuve que
decirles que me estaba enfermando. Me fui. Me amenazaba. Pero otra vez
volví. (2)
Era como el Síndrome
de Estocolmo. (5) Sabia que no iba, pero me ganaba el miedo
Y porque el
maltrato empieza con la degradación psicológica de la persona yo me sentía un
sorete y los demás que decían que cuide mi matrimonio que eso es normal (4) (Se ve que lo normal no es lo mío).
Mi familia me quería
ayudar pero no había lugar en el mundo en el que quisiera estar.
Volví, me recibió,
pero puso condiciones; me dijo que no hable más con mi hermana ni con mi
familia.
Mi papa llorando
me dijo: -si volvés va a hacer con vos lo q quiera y no te voy a poder ayudar
-.
Yo fumaba dos
paquetes de cigarrillos, no comía, baje 10 kilos. Me agarró anorexia nerviosa
y ataques de pánico: “Me faltaba el aire y necesitaba que me abracen, me sentía
morir”. (3)
Cuando llegue a
la casa me empezó a hostigar. Decía que
se equivocó que lo perdone. Sentía una sensación de vacío; le dije: lo que yo
busco ya no está- El murió en vida. Veía su cara y me acordaba cuanto nos quisimos alguna vez. Pero
lo escuchaba hablar y era otra persona
Murió y no me di
cuenta y fue muy doloroso ver a alguien vivo pero que ya no es la persona que conociste. Un muerto vivo. Me costó dejar mi
casa y mis cosas, pero él no se iba a ir. Agarré a mis hijos y volví llorando
a casa.
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Los ataques de pánico se hicieron parte de mi vida: a veces me late todo el pecho
Suelo hacer una tragedia
de algo. Tengo a flor de piel los sentimientos, me
duele no poder darle lo que quiero a mis hijos, a veces tengo ganas de
terminar de sufrir. Soy incapaz de lastimar a alguien, pero siento que me
pesa vivir.
Voy a la psicóloga
y al psiquiatra.
Estoy medicada. No
le puedo decir a casi nadie que estoy enferma, que la tristeza me invade el
cuerpo, que falleció, mi papá y es
otra persona que amo, y que no voy a ver mas. Todos los días lucho por mis hijos. Engordé, tomo mis pastillas, aunque
me gustaría no depender de ellas, pero fui a pedir ayuda, por mis hijos (fui a un hospital publico que se
especializa en problemas psiquiátricos).
Es feo estar
enfermo del alma o la cabeza. Mucha gente me ayudó y me ayuda, otras, no
entienden lo que es tener expuesto que te duela que te arda que palpite.
Esto es vivir el día a día, tratar de no
angustiarte, pedir ayuda para que sepas que no estás loco, que hay más gente
con este trastorno, y que sólo no podés.
Buscá un doctor que te ayude...
Después de la muerte
de mi hija no creo en los doctores, creo en las personas busca una persona que
sea psicóloga con la que te sientas bien… vas a ver que de a poco vas a estar mejor.
Esto no se cura, se trat@.
Lo que lamento es no poder regalarle una sonrisa a
mis hijos (no me sale)
Besos doc espero que le sirva.
Notas
(*) Ella lo dijo así: por favor mi nombre si, no mi apellido, tengo dos hijos de 18 y 11. Yo tengo 39)
(1) La muerte y las situaciones de pérdidas
(2) La relación de pareja: la infidelidad, el maltrato, el hostigamiento, las amenazas, las sensaciones de culpa, y el eterno retorno de lo igual.
(3) Los Síntomas
(4) La rígida auto-crítica, la propia denigración, la autoestima degradada. La mirada del otro, el deber ser, la importancia del juicio externo.
(5) Se llama así a la "identificación con el agresor".
Naty gracias por
tu valentía por contarnos tu historia, por tomarte tiempo para hacerlo y por
haber abierto tu corazón a todos nosotros. Tu historia podría ser abordada
desde tantos lugares que no me atrevo a encasillarla en un solo tema, por eso me tomé el atrevimiento de poner algunas notas a pié de página a modo de aclaración para quienes leen. De nuevo
muchísimas gracias.
Si querés contarnos tu historia escribime a lic.smriera@yahoo.com.ar
Seguramente del otro lado habrá alguien esperando escuchar tus palabras. Gracias.
Lic. Stella Maris Riera
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ResponderEliminarNatalia,te saludo y si me permitìs voy a hacer un comentario. Pase por algo parecido digo asì porque cada dolor es de cada uno, se lo lleva como mejor se puede, es ùnico no se compara con ningùn otro dolor. Yo tambièn pensè a quien le doy todo este amor que era para ella......, te sobra ese amor y muchas veces no querès tener otro destinatario, pero despuès de un tiempo dejamos de lado el "egoismo" para llarlo de alguna forma, y empezamos a dar ese amor que nos sobraba, siempre encontràs a quien brindar todo lo que estuvimos escondiendo en el corazòn, yo creo que por eso te duele, porque lo ocupa en su totalidad y se te explota el pecho. es tan pero tan difìcil...... pero Natalia, no es imposible. Te mando un abrazo. Mabe
ResponderEliminarGracias Mabe (le voy a avisar que le dejaste un mensaje en este portal) Un abrazo
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