Cuenta la historia que los sonidos dormían en la mente silenciada del poeta... Mientras tanto, él, también dormía.
Una noche, cansados de esperar su despertar, se sintieron inquietos. Rebeldes, se unieron. Formaron hileras. Armoniosos acordes.
Libres, se hundieron en la parte más profunda de aquel ser ...
Encontraron su deseo. A la mañana siguiente, fueron canción.
Stella Maris Riera - Psicoanalista - Contadora de Historias
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