jueves, 26 de noviembre de 2015

Entre enseres y supercherías



Alrededor de cien personas y yo, caminamos por Callao, apuradas. Indiferentes, tropezamos unas con otras, y sin más, seguimos. Entre tanto, un hombre pequeño, cargado de enseres y supercherías, intenta su venta. Enfrentados uno con el otro, por un instante, detenemos nuestro apuro. Nos miramos. En una frase lánguida e inentendible, me ofrece comprarle algo de todo aquello que su vida de ekeko hace que cargue, -es que soy paciente del Borda y...- Dejo de oírlo. Me pregunto: -por qué a mí? Si somos más de cien, por qué a mí? En un instante lo entiendo todo: soy la indicada. Yo lo se y él, en su locura, también lo sabe. Me entrega unos fósforos, y los tomo. Fue un pequeño gesto, nadie lo notó, sólo nosotros, pero con él, mi mañana gris se tiñó de colores, y el pequeño hombrecito realizó su sueño del día.

Stella Maris Riera, Argentina (1958) - Psicoanalista - Oidora y Contadora de Historias

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