Historias Irreales y no tanto...
Al principio fue un minúsculo botón.
Raro, brillante. Confundiéndose y a la vez resaltando en la inmensidad de la noche.
Imaginé sus ojos observando mi asombro.
Un pequeño apéndice, alargado e inquieto, cobraba forma pegado a él.
Cuando quise darme cuenta, el botón nadaba. Otros de igual especie nadaba también.
Miré por sobre mi hombro: una marea punteada y veloz venía hacia mí.
Atiné a correr. Corrí rápido, lo más rápido que mi aletargado vuelo nocturno me lo permitió.
Y aunque al principio fue un minúsculo botón, al acercarse, su no boca se abrió, gigante.
Y en un abrir y cerrar de sueño, me devoró.
Stella Maris Riera
Hola Amigos! Volvi...
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