Anda rondando. Desprejuiciada camina por el sólido edificio.
Sube un piso, lo baja, se detiene: en el viejo sillón, se sienta, complacida; entre
dolores y rezos, morbosa, se relame. Se mezcla con el sol de la mañana. Nos
miente, y le creemos. Queremos fiarnos, tener fe, queremos aguardar hasta saber
que se ha marchado. Sin embargo, sigue ahí. Licenciosa, juega entre los árboles. El jardín en un esfuerzo vano, muestra su actual e inservible
belleza. Anda rondando. Por momentos,complaciente, siembra semillas de
esperanza, luego, intransigente, su naturaleza la domina, se manifiesta en su ser, irreversible. La
encerrona trágica es su mejor amiga. La tragedia, su cordial compañera. La
desolación, su pareja inseparable. Quisiera que se canse, que detenga su marcha,
que se apiade. Quiero llorar de una vez y para siempre, darle fin a esta agonía, pero ella, implacable, gozosa permanece. Anda rondando.
Stella Maris Riera - Argentina (1958) - Psicoanalista - Contadora de Historias
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