Esta mañana pasé a su lado. El me
miró, yo también lo miré. Creí ver un rostro conocido, así que lo saludé, y él,
respondió a mi saludo con una amplia sonrisa. Si, estaba segura, de alguna
parte lo conocía, pero aunque pensaba, no lograba darme cuenta de dónde.
Mientras me iba alejando, comencé a analizarlo, parte a parte: vestía buzo
verde y pantalón de jeans, de cara redonda y calvicie profunda, mejillas rojas y una barba blanca prolijamente recortada, llevaba en su mano una bolsa (y a juzgar por
la hora calculo que iría a comprar el pan). Me sentía confundida y me puse inquieta. Seguí
caminando, y fue después de haberme alejado unas cuadras, cuando recordé que
ese buzo que dejaba entrever su enorme vientre, no se correspondía con su ropa
habitual. Entonces lo supe, definitivamente era él, el Papá Noel de todas mis navidades (sólo que estamos en agosto y aún no se prepara para hacer su recorrida).
Stella Maris Riera, Argentina (1958) - Psicoanalista - Contadora de Historias
Qué lindo! Me encantó el final!
ResponderEliminarSaludos Stella!
Muchas gracias Diana!
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