La auto-observación
Los mecanismos de defensa son una parte del funcionamiento psíquico que sólo se considerarán patológicos cuando se abuse de ellos o sean demasiado rígidos.
Según el DSMIV la auto-observación es un mecanismo de defensa, que, como a tantos
otros [1]se lo
ubica entre los adaptativos[2].
Se lo encuadra de este modo porque su función es permitir
que el sujeto mantenga su equilibrio ante posibles conflictos, ya sea que
provengan de su interior o que resulten de una amenaza externa.
Mediante la auto-observación la persona puede reflexionar
acerca de sus pensamientos, sus sentimientos, sus emociones, y actuar,
posteriormente, acorde a esta reflexión.
Ahora bien, existen
circunstancias que hacen de esta auto-observación, tan sana y favorable, algo
perjudicial.
Cuando esto ocurre la evaluación se distorsiona y en su
lugar surge una mirada crítica, rígida y constante que condiciona e inhibe al
Sujeto.
El pensamiento le dice que eso que está eligiendo no sirve,
que su estatura no alcanza, que su forma de ser no es la que se espera de él.
El pensamiento se polariza y el todo o nada ocupa un primer
plano, posicionando al individuo en un lugar de parálisis.
Las elecciones resultan ser puentes demasiado lejos. Surgen dudas
e inseguridades, la autoestima disminuye, la imposibilidad de accionar crece, la
ilusión se desmorona, y la distancia entre el ideal soñado y lo posible se
agiganta.
Esa auto-observación saludable, quedó eclipsada, anulada por una
autocrítica patológica.
El sujeto pierde su punto de equilibrio, dando lugar a un
duro e inflexible juez, interno, vos mismo, el peor de todos.
Tu opinión me interesa. Dejá tu mensaje.
ResponderEliminar