Cuando de descontrol de impulsos se trata el uso de la palabra
es fundamental. Por eso, tengamos en cuenta:
1 – Al expresar una pauta de
conducta usemos frases cortas, claras y simples, asegurándonos que el niño está
comprendiendo lo que le estamos diciendo. Una buena manera de saber si
comprendió es pedirle que nos explique él mismo aquello a lo que nos estemos
refiriendo pero ahora, con sus propias palabras.
2 – Al hacerlo, sostengamos esa
pauta expresada.
Ambas cosas le permitirán al niño, no caer en malos entendidos y
conocerá la importancia de la autoridad, la palabra empeñada, y la
responsabilidad.
No gritamos, no amenazamos, no castigamos. Usamos la palabra a
tiempo, con firmeza, claridad y persistencia. Es decir, sólo le mostramos quién es
el adulto en esa familia, quién es la autoridad. Si la palabra por sí sola no
alcanza, separemos por unos minutos al niño de esa situación que le provocó el enojo. (Esto no es una penitencia, lo separamos de esa situación para que se calme pero puede hacer otras cosas que le den placer y serenidad) Pasado ese tiempo (el que cada niño necesite) podrá volver a jugar, pero ahora
sabiendo, porque se lo habremos explicado, que dañarse o dañar a otro no
lo beneficia sino por el contrario, lo perjudica, y lo aleja de sus amigos.
De esta forma, aprenderán
que no hace falta ir por la vida tratando de demostrar quién es el más fuerte,
o quién puede más. Aprenderán que no hace falta gritar, ni pegar, ni llevarse
el mundo por delante para ser considerado, o visto. De esta forma, habrán
aprendido con nuestro ejemplo.
Stella Maris Riera -
Psicoanalista - Universidad de Bs. As.
Atención del Niño y su
Familia
Atención individual del Adolescente y del Adulto
Dirección de correo electrónico: lic.smriera@yahoo.com.ar
Atención individual del Adolescente y del Adulto
Dirección de correo electrónico: lic.smriera@yahoo.com.ar
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