Ruta 56 una boca de lobo |
Avanza. La negrura la antecede y aunque teme, contradice sus sentidos; toma el camino más corto, su ansiedad la convence, la oscuridad la seduce.
Continúa, el camino largo queda fuera de sus planes. A los lados, puntos
blancos resplandecen, dejan huella, indican el rumbo. Avanza, aromas
desconocidos la invitan a ser parte de lo que imagina habrá sido una fiesta. Los olores se lo indican. En su
canasta de mimbre, los pasteles de batata y fresa aún están calientes. Imagina
la llegada, y anticipada, disfruta del soñado encuentro. Confía, se entrega. ¡Qué pena! Ya está en los titulares: "PARA CUANDO QUISO DARSE CUENTA, EL LOBO CERRÓ SU BOCA Y SE LA TRAGÓ"
Stella Maris Riera. Argentina (1958) Psicoanalista, Contadora de Historias
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Mejor no ir por esa ruta. Pobre Caperucita, sin querer entra en la boca del lobo. Me ha gustado. Un saludo.
ResponderEliminarPoético microrrelato, Stella. Muy bueno.
ResponderEliminarMe gusta lo de la combinación de literatura con psicoanálisis que nombrás.
Un saludo.
Federico, agradezco mucho tus palabras. Seguimos leyéndonos.
EliminarBreve, conciso, perfecto.
ResponderEliminarUna caperucita al volante, un lobo como trágico accidente mortal.
Saludos compañera!
Gracias por tu comentario. Me gusta muchísimo escuchar opinión.
EliminarUna concisa y brutal versión narrada con desenfado y agilidad. Genial
ResponderEliminarUn saludo.
Cuánto te agradezco. Tus palabras serán mi estímulo para seguir adelante. Un abrazo.
EliminarEfectivamente, las cosas suceden casi sin darnos cuenta.
ResponderEliminarMuy buen cuento y mejor moraleja.
Un abrazo
Gracias por "encontrar" la moraleja. Gracias por tu comentario. Un cariño.
EliminarLo bueno si es breve, dos veces bueno. Esas rutas no son para jovencitas,jaja. Muy bueno Lic. Stella :) Un abrazo
ResponderEliminarGracias Ana Lía es cierto esas rutas están siendo muyyyy peligrosas.
EliminarSaludos, excelente micro, una versión muy bien narrada y con ese final de primera página. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarSos muy generosa con tus palabras.
EliminarIncreíble el vuelco que da la vida de la joven "caperucita". No siempre la ruta más corta, es la más aconsejable. Me encantó. Un abrazo.
ResponderEliminarAra, es verdad a veces es mejor ir sin prisa pero sin pausa, los procesos aunque largos suelen ser los mejores. Quién sabe dónde podemos terminar. Gracias por leerlo. y tomarte tiempo para expresar tu opinión. Estemos en contacto.
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