martes, 24 de marzo de 2015

Conceptos Generales sobre la Obesidad

Obesidad


La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad basándose en lo que se conoce como el índice de la masa corporal. Ésto es el cociente que resulta de la estatura y el peso de un individuo al cuadrado. La obesidad se caracteriza por la acumulación de grasa en exceso y tejido adiposo en el cuerpo. Es un factor de riesgo, y puede predisponer o asociarse a otras enfermedades.
La  medicina la ubica entre las enfermedades crónicas resultando importantes los antecedentes familiares. Está ligada a la vida sedentaria y al consumo de comidas rápidas (más conocidas como comida chatarra).  Puede producir hipertrofia (aumento de tamaño del tejido debido al aumento del tamaño de las células que lo forman) o bien hiperplasia (en este caso lo que aumenta es el número de células y no su tamaño).
El psicoanálisis ubica a la obesidad (junto a la anorexia y la bulimia) entre los Trastornos de la Alimentación.
Se sabe que las causas “siempre” son multifactoriales por lo cual se pretende no perder de vista al “sujeto y su entorno”.
Así los profesionales del Instituto Oscar Masotta (IOM)  dicen que “en una sociedad de consumo que ofrece infinidad de objetos tecnológicos como un modo de satisfacer las necesidades, cualquier producto es capaz de convertirse en objeto de consumo, inclusive las mismas personas”. Desde este lugar se piensa al sujeto como consumidor-consumido.
Teniendo en cuenta estos aspectos, resulta inevitable mencionar los factores sociales: la marginalidad, la pobreza, los escasos recursos influyen directa e indirectamente sobre el sujeto y su forma de vida.
Una alimentación azarosa, con falta de proteínas y nutrientes y con exceso de hidratos de carbono, favorecen el aumento de peso. Mientras tanto las harinas hacen su parte y transforman a estos alimentos en verdaderas sustancias adictivas.
El psicoanálisis amplia aún más la mirada.
Se entiende que cuando un sujeto consume, en este caso, en la comida (con suerte) diaria, no solamente está satisfaciendo su necesidad sino que aquello que consume le brinda placer, aunque desde mi lugar, al menos en estos casos, prefiero hablar de goce. El goce, para poder explicarlo con palabras sencillas, diría que tiene que ver con ese plus que va “más allá del placer” y que ubica a la persona, aún cuando ni siquiera se da cuenta, más del lado del malestar que de la salud, la lleva a la repetición y la deja anclada en un lugar del cual le resulta complicado salir.
Deste el punto de vista psicoanalítico se encara el tratamiento de la obesidad dándole relevancia a la función de la ingesta (compulsiva) del alimento. ¿Podríamos pensarla como una adicción? Se trata de sacarla a la luz, saber “qué función cumple la ingesta para ese sujeto”. Sin embargo, por supuesto de más está decir, el tratamiento “siempre” ha de ser multidisciplinario.
Para nosotros, los psicoanalistas, se trata de un tratamiento de un sujeto singular, donde cada quien, en el momento oportuno, podrá encontrar y construir sus propias respuestas.
Pensar,  renunciar a los antiguos hábitos, aceptarse, re construirse, quererse.
Comenzar a avanzar, dejando “la satisfacción de la necesidad” para poco a poco ir abriéndose a la palabra, transformarse en un “sujeto de deseo”. Cuando ésto suceda, la alimentación habrá dejado de ser gozosa para ser placentera.


Stella Maris Riera - Psicoanalista - Universidad de Bs. As.
Atención del Niño y su Familia
Atención individual del Adolescente y del Adulto
Dirección de correo electrónico: lic.smriera@yahoo.com.ar





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